Bolivia forma parte del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH), que se inició formalmente con la aprobación de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre en la Novena Conferencia Internacional Americana celebrada en Bogotá en 1948.

Bajo la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José) se perfeccionó el SIDH, mejorando el marco institucional y normativo de protección de los derechos humanos a nivel regional. En el plano institucional, el SIDH está conformado por dos de los organismos internacionales más importantes a nivel mundial para la protección de los derechos humanos: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos o CIDH y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

En el plano normativo, el principal instrumento es la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que establece un catálogo de derechos y libertades que Bolivia, al ratificarla, se comprometió a respetar y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.

Bolivia aprobó y ratificó la Convención, suscrita en San José, Costa rica, el 22 de noviembre de 1969, mediante Ley Nº 1430, de 11 de febrero de 1993, cuyos artículos establecen:

En virtud de dicha ratificación, las disposiciones de la Convención Americana sobre Derechos Humanos son de obligatorio cumplimiento por parte del Estado boliviano.